Por primera vez tras la pandemia, los opositores han podido volver a citarse en estas macrooposiciones de educación que comenzaron este fin de semana en todo el territorio español excepto en la Comunidad Valenciana.
El pasado mes de mayo, fueron los valencianos los primeros en volver a realizar unas oposiciones de educación después de casi dos años. Durante esa convocatoria, alrededor de 23.000 opositores lucharon por conseguir una de las 3.542 plazas que se ofertaban. Este fin de semana fue el turno del resto de opositores en las distintas Comunidades Autónomas, donde más de 250.000 docentes comenzaron a disputarse las 30.000 plazas que salieron en la convocatoria para Secundaria, FP, música e idiomas en las llamadas macrooposiciones de educación. La situación sanitaria provocó la paralización del proceso hace más de año y medio, y esta convocatoria está protagonizada por las medidas sanitarias.
Los opositores han ido llegando a sus centros correspondientes con mascarillas, haciendo uso del gel hidroalcohólico y guardando la distancia de seguridad. Un dato curioso de esta convocatoria de oposiciones es que por cada plaza se han presentado casi nueve candidatos, siendo ésto un récord a pesar de que la participación no está siendo demasiado alta en diferentes regiones debido a que muchos de los profesores no se sienten cien por cien preparados para afrontar estas oposiciones y prefieren no presentarse este año y esperar al siguiente.
Muchos piensan que es demasiado pronto para volver a retomar las convocatorias, y desde Toledo consideran que deberían de haber esperado hasta el año que viene para organizar estas macrooposiciones de educación por la dificultad de prepararse bajo las condiciones familiares y emocionales. De hecho, en Castilla la Mancha estaban inscritas un total de 12.500 personas, de las cuales solo 8.500 llegaron a presentarse. Esto supone un 68% del total de inscripciones.
Por otro lado, en Aragón ni la mitad de los convocados ha acudido a examinarse a los centros, y las especialidades de orientador y de inglés han sido las que más éxito han tenido en la Comunidad. A estas les siguen matemáticas, física y química. Sin embargo, en Murcia la participación ha sido bastante alta en comparación con otras zonas, pues según el sindicato de CCOO, la tasa de personas que estaban inscritas pero luego no se han presentado está por debajo del 15% cuando de normal suele estar en el 30%.
Víctor Marín Navarro, director general de Planificación Educativa y Recursos Humanos, ha dicho que esta convocatoria ha sido una de las más complejas por las medidas que se han adoptado para poder garantizar la seguridad frente al Coronavirus.
En Madrid se ofertan 3.700 plazas para las cuales se han presentado 28.400 aspirantes. Muchos de ellos dicen afrontar estos exámenes con mucha ilusión además de optimismo, aunque muchos otros confían más en el factor suerte porque, a pesar de haber estado estudiando varios años, te lo juegas todo a un solo examen. Si tienes mala suerte, puede irte igual de mal que a alguien que no ha estudiado. Por último, hay quienes optan por acudir al centro, firmar y volver a casa.
En Andalucía han sido 10.000 los opositores que se han presentado para conseguir una de las 6.000 plazas que se disputan en esta Comunidad Autónoma. Muchos de los docentes coinciden en que a pesar de que ese último año ha sido duro, en parte les ha beneficiado, pues ese tiempo en el que había toque de queda y era imposible hacer planes, se dedicaba al estudio.
Se han lanzado muchas críticas respecto al modelo de las oposiciones, pues para muchos opositores, que se encuentran con el ánimo decaído, en el proceso selectivo se normaliza y justifica que se obtenga una plaza a costa de la salud mental. Además, es habitual pensar que no te has esforzado demasiado si no te han dado ataques de ansiedad o has decidido tomarte un día de descanso.
De hecho, Ainara Zumillaga, directora de Educación y Formación de la Fundación Cotec para la Innovación y profesora universitaria, ha reconocido en la Cadena SER que el modelo actual de acceso a la actividad pública docente está obsoleto y es mucho más importante la práctica, para saber cómo desempeña el opositor la actividad docente, además de demostrar sus competencias. Con la teoría esto es prácticamente imposible.
Por ello, es necesario una inminente actualización de los temarios y la incorporación de un modelo de exámenes mucho más competente que recoja los diferentes problemas y situaciones propios que se viven día tras día en las aulas para dar la oportunidad a estos profesores de demostrar cómo se desenvolverían ellos en esas situaciones.
Asimismo, Zumillaga también propone una bajada de ratios como solución al modelo educativo actual. Esta ya se ha conseguido con la pandemia, aunque se cree que ha llegado para quedarse. Con este aumento de profesorado, el desarrollo de las clases y de los alumnos hacen posible aplicar diferentes modelos como el de profesor-grupo. Además, se necesitan perfiles más diversificados para poder atender a las demandas de los centros.
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