Enfrentarse a una oposición ya es complicado, así que hoy te contamos cómo afrontar una segunda oposición sin venirte abajo.
Ya conoces eso que se dice de que las segundas partes nunca fueron buenas, aunque para poder preparar tus oposiciones lo mejor que puedes hacer es dejar de creerlo. De hecho, tienes que aprovechar esa frase y utilizarla como trampolín para ir mejorando en tus resultados y conseguir la plaza por la que has estado luchando todo ese tiempo.
Para poder seguir adelante tras no conseguir la plaza en la primera oposición, debes tener en cuenta dos aspectos que son claves: tu mentalidad y tus emociones. Las dos van a ser completamente distintas a cuando te presentaste por primera vez, aunque cuentas con la ventaja de saber a lo que vas a enfrentarte.
Lo primero que debes hacer antes de comenzar a prepararte de nuevo es tomar nota de todo lo que vamos a hablar más abajo. Además, descubrirás qué es lo que te espera en esta nueva oportunidad de presentarte a las oposiciones.
Lo primordial y lo que más te estarás preguntando en un momento así es cómo puedes conseguir estar fuerte mentalmente para volver a pasar por algo así. Para ello, lo primero que debes hacer es trabajar, y si crees entonces que te está costando mucho más que durante la primera vez, lo que te frena es el concepto de “fracaso”. Elimina esa palabra de tu vocabulario, pues que tu esfuerzo no se viese reflejado en el resultado no significa que lo que hicieras no sirviera de nada. Y aunque al principio estés desmotivado, no puedes quedarte estancado ahí, así que comienza analizando qué es para ti el fracaso. Puedes comenzar haciéndote las siguientes preguntas:
- ¿Cuáles son tus creencias sobre el fracaso?
- ¿Cuáles son los peores escenarios en los que te puedes encontrar si fracasas? ¿Tan malos son?
- ¿Qué es lo positivo que puedes sacar de un fracaso?
Estas cuestiones te orientarán a la hora de formar un concepto algo más positivo del fracaso, y además, te ayudará a coger impulso de nuevo para avanzar. También te dará numerosas ideas nuevas sobre las cosas que deseas cambiar o hacer de otra forma, aunque lo más importante de todo es que estés motivado.
Una vez has dado ese primer paso, viene lo siguiente:
- Fake it till you make it. La población de habla inglesa hace uso de esta expresión para hacer referencia a la actitud. Un buen ejemplo es que si eres una persona que necesita demostrar que tiene más seguridad en sí misma, debes fingir que lo eres hasta que te salga de forma natural. Así, tu subconsciente recibe el mensaje que quieres crear, y al ponerte en una situación así luego surgen oportunidades para adquirir esa seguridad que estás buscando. En este caso, tener una mentalidad de éxito es lo que debes trabajar día a día para ir reforzándola. Para ayudarte puedes pensar en qué es lo que quieres pensar, sentir o vivir durante tu preparación, así como crear una imagen mental que sea clara y esté bien definida. Además, concreta cómo convertirás esa visión en acciones y ponlas en práctica todos los días.
- Diario de a bordo. Un pequeño diario puede serte de gran ayuda durante este nuevo proceso, y en él puedes apuntar cómo te sientes cuando empiezas las sesiones de estudio, cómo acabas la jornada, los avances y qué pensamientos son los que más se repiten en tu cabeza. Como llevarás un control de todo eso, podrás detectar con más facilidad las posibles fugas de energía que existan, además de prestar más atención a cuándo comienza tu mente a traicionarte. Esta herramienta es realmente poderosa porque puede conseguir mantenerte motivado al 100%.
La gestión de las emociones para afrontar una segunda oposición pasa a ser lo principal, pues cuando te presentas por primera vez todo se convierte en una gran montaña rusa de emociones, quizá por el desconocimiento, en la que hay muchos momentos altos. Momentos que al presentarte a una segunda oposición escasean bastante. La mayoría de las emociones esta vez serán negativas, así que no puedes dejar que tus ánimos estén por los suelos, pues afectará a tu calidad de estudio.
La principal emoción negativa que aparece en estos casos es el miedo. El miedo a equivocarte y que vuelva a repetirse lo de la vez anterior, o el miedo a no ser lo suficientemente bueno o estar bien preparado. Esto no quiere decir que el miedo sea malo, pues te mantiene alerta. Para superarlo puedes seguir los siguientes consejos:
- Aprende a convivir con tu miedo y agradécelo
- Define cuáles son los estímulos que te provocan reacciones desagradables y elabora alguna estrategia que sea efectiva para enfrentarlos
- Piensa cuáles son las posibilidades de que ocurran esos eventos y actúa coherentemente
- Observa de qué forma afrontan sus miedos otras personas y date cuenta de que todos son capaces de convivir con esa emoción
- Los miedos son completamente incompatibles con la autoestima, así que ten en cuenta que cualquier tipo de persona puede tener miedo en algún momento, pero también eres capaz de encontrar la solución.
- Adopta hábitos saludables que te hagan sentirte capaz de cuidar de ti mismo
- Prueba las técnicas de relajación para disminuir los síntomas del miedo y, así, distraerte de cualquier pensamiento negativo
- Vencer al miedo necesita tiempo y esfuerzo, así que proponte pequeños retos
- Céntrate en las recompensas de vencer al miedo, piensa en el premio y no imagines escenarios negativos
- Apóyate en tu entorno más cercano o pide ayuda
Con todos estos consejos, serás completamente capaz de afrontar una segunda oposición.