Los docentes existen desde mucho antes de lo que puedas llegar a imaginar, y por eso desde Conecta Oposiciones queremos contarte la historia del origen de los maestros.
¿Qué sería de cada uno de nosotros sin los maestros que nos enseñaron desde pequeños? ¿Dónde estaríamos ahora si no hubiesen sido ellos nuestros docentes? No somos conscientes de lo importantes que son los maestros en la sociedad actual, al igual que lo fueron en las antiguas civilizaciones.
La educación en esos tiempos de la antigüedad no era considerada un derecho fundamental como en nuestros días, pues esas sociedades prehistóricas necesitaban a los maestros más como una necesidad vital. ¿Y por qué? Por el mero hecho de saber cómo sobrevivir. Sus docentes, a través de los conocimientos que iban dirigidos a los clanes, les enseñaban mejores técnicas para cazar o pescar. ¿Y quienes eran estos maestros prehistóricos? Quienes se encargaban de transmitir estos conocimientos eran los más veteranos, aquellos con más experiencia en esa actividad en particular.
Cuando estos clanes se fueron convirtiendo en grupos mucho más grandes de gente y se asentaron en las ciudades, los conocimientos que se transmitían se fueron haciendo mucho más complejos. Además de la actividad ya comentada unas líneas más arriba, también se incluía en la enseñanza contenidos trascendentales como lo son la religión y las tradiciones de esos pueblos en específico. De todas formas, los maestros en esta época seguían viéndose simplemente como una forma de socializar a la población de esa comunidad, y no se les daba ningún valor social.
Uno de los precedentes más significativos y que debemos destacar se encuentra en la Atenas clásica, donde los sofistas adquirieron una gran fama. En ellos se encuentra el origen de los maestros, pues se les considera los primeros docentes de la historia y, tal y como su nombre indica, se encargaban de enseñar la sabiduría. Por otro lado, durante las épocas de la Grecia y la Roma antiguas, la docencia terminó teniendo una función política, ya que servía para preparar a los que pertenecían a la élite para saber gobernar al resto de los ciudadanos. Quienes se encargaban de ello en Roma eran los esclavos helenos, procedentes de Grecia, ya que eran ellos los verdaderos portadores del modelo de educación que buscaba la perfección. Dentro de ese modelo de educación se encontraba la estética, la gimnasia, la música, la poesía, la literatura y la filosofía.
Unos cuantos siglos después, ya en la Edad Media y tras la caída del Imperio Romano, la docencia cayó en manos de la Iglesia, más concretamente de los clérigos. La lectura y la escritura la controlaban los monasterios, y si en algún momento algún miembro de la aristocracia decidía adquirir algo de cultura, eran ellos quienes los formaban, tanto a los príncipes como al resto de la nobleza.
De hecho, en las primeras universidades de la Edad Media el sistema educativo que se aplicaba era la escolástica, utilizada como una forma de reconciliar la razón con la fe. Ya llegada la Edad Moderna, fueron muchas las universidades que decidieron contar en su equipo de docentes con maestros que provenían de una clase social como la burguesía. De igual forma, quienes recibían la formación y los alumnos habituales de las universidades eran los jóvenes que procedían de las esferas sociales más dominantes. Entre ellos había hijos de comerciantes, de altos funcionarios, de abogados y jueces, entre muchos otros. Entonces la enseñanza tomó una dirección más dirigida a los oficios que sirvieran en la Corte.
Por otro lado, tenemos la pedagogía, que prácticamente es la docencia tal y como la conocemos hoy. La pedagogía es, para muchos, donde se encuentra el verdadero origen de los maestros. Ésta apareció como ciencia sistemática de la docencia entre los siglos XVIII y XIX, convirtiendo el oficio del maestro en algo más que una persona que ofrece contenidos. En este caso, el docente es instructor de la personalidad de los diferentes alumnos, no solamente profesor de asignaturas. Durante esta época fueron los Jesuitas quienes se encargaban de educar, siendo considerados los mejores para hacerlo, pues se encargaban de incorporar técnicas novedosas de aprendizaje a pesar de que fuese en un contexto de carácter religioso.
El momento cúspide de la pedagogía, cuando madura como ciencia, se encuentra en el siglo XX. Es en este período de tiempo donde se ponen a prueba las diversas teorías pedagógicas, en todas las escuelas de carácter público, como las corrientes pragmáticas o la funcional.
Al terminar la Segunda Guerra Mundial, la sociedad se encargó de buscar diferentes formas para asegurar tanto la estabilidad como la paz social y poder evitar de esta forma un conflicto similar al ya vivido recientemente. Así nació el Estado de bienestar, cuyo pilar fundamental es la educación de los menores, así como su derecho a ella.
Ya en los tiempos actuales, en el siglo XXI, los maestros son clave a la hora de crear sociedades mucho más libres. La educación es sinónimo de libertad, y el objetivo que tiene hoy en día es el de conseguir que sea universal.
¿Conocías el origen de los maestros? ¿Y a los sofistas? Es interesante conocer el origen de los primeros docentes para poder convertirnos en los mejores.
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