Las reglas mnemotécnicas son la herramienta perfecta para ayudarte a memorizar el temario mucho más rápido y de forma eficaz.
Es muy probable que durante tu etapa de estudiante hayas aplicado alguna de estas reglas mnemotécnicas sin darte cuenta. Si no sabes en qué consisten, nosotros te explicaremos qué son y cómo van a ayudarte a memorizar aquellos temas que debas estudiar para el examen de oposición.
Realmente llevas utilizando las reglas mnemotécnicas desde tu infancia, pues estas se encuentran en las canciones que cantabas para aprender las tablas de multiplicar o saber que “la semana va antes que el mes” para usar correctamente los pronombres en las oraciones. Y es que aunque comenzara como un juego, en su día tuvo una gran importancia para recordar ese concepto, y ahora todavía sigues recordando la información después de tanto tiempo.
Antes de comenzar a explicarte qué son y para qué sirven las reglas mnemotécnicas, debes saber que son muy efectivas y realmente te ayudarán a recordar la información durante un largo período de tiempo.
Las reglas mnemotécnicas se basan en la asociación mental que nos hace más fácil memorizar ciertos conceptos e información en grandes cantidades y que de otro modo sería muy complicado de recordar. La función principal que tienen estas reglas es la de facilitar la memorización tanto a medio como a largo plazo. A pesar de lo que muchos piensan y de la función que tienen, las reglas mnemotécnicas no se consideran una técnica de estudio, pues estas únicamente sirven para memorizar y no para comprender y asimilar el contenido.
Un ejemplo bastante claro quizá sea el de la Revolución Francesa, pues puedes comprender qué acontecimientos llevaron a dicho suceso, pero quizá no recuerdes ciertas fechas o nombres que son clave. Para hacerlo, muchos hacen uso de estas reglas mnemotécnicas, una herramienta complementaria a las técnicas de estudio que sirven para hacernos más fácil la memorización de los datos y conceptos que tenemos que recordar con posterioridad.
Una de las muchas preguntas que se hacen quienes utilizan esta técnica es la de por qué es tan fácil memorizar los datos con las reglas mnemotécnicas y por qué son tan efectivas. Si alguna vez las has utilizado, te habrás dado cuenta de que conseguiste memorizar una cantidad bastante importante de información, y que de haberlo intentado hacer de otra forma, no hubiese funcionado o hubieses tenido que emplear mucho más tiempo y esfuerzo.
Con las reglas mnemotécnicas utilizamos asociaciones de palabras e imágenes con las que hacemos a nuestro cerebro jugar para ayudarle, de esta forma, a memorizar lo que nosotros queremos, siendo esta forma una de las más fáciles de recordar. Uno de los ejemplos más claros es el de los días que tiene cada mes. Desde pequeños nos han enseñado a contar cuántos días hay en un mes solo mirando los nudillos de nuestras manos.
Hay quienes dicen que las reglas mnemotécnicas son tan efectivas porque hacen uso del propio funcionamiento del cerebro y cogen recursos que son perfectos para que el rendimiento cerebral sea mayor y consigas memorizar la mayor cantidad de datos posible.
Existen multitud de reglas mnemotécnicas diferentes, y cada una de ellas te puede ayudar a memorizar diferentes tipos de información. Hay tantas por el simple hecho de que cada persona es distinta a la anterior, por lo que no todas las reglas serán efectivas en cada uno de nosotros. Estas son solo algunas de las que más se utilizan:
- Método de las iniciales. Nos será de gran utilidad cuando necesitemos recordar una lista de palabras, y consiste en coger la primera letra de cada palabra y construir una alternativa que nos ayudará a recordar los datos que necesitamos conocer. Un ejemplo es el de las provincias de Galicia (Pontevedra, Ourense, A Coruña y Lugo), pues al juntar la inicial de cada una se obtiene la palabra PACOL.
- Método de la cadena. Muy parecido al anterior, aunque en este crearemos una oración en lugar de una sola palabra. Pongamos el ejemplo de las provincias andaluzas (Almería, Granada, Jaén, Málaga, Sevilla, Cádiz, Huelva y Córdoba). Así aplicaríamos el método de la cadena con ellas: José Antonio García Sánchez es un Maestro Cuenta Huevos Condecorado.
- La historia creativa. Este método nos será de gran ayuda cuando haya un dato que se te resista, como las fechas o lugares, que pueden llegar a confundirte. Para conseguir retenerlo en nuestro cerebro nos inventaremos una historia. Imagina que los datos a recordar son los siguientes: 2/5/1808, Aranjuez. La historia podría ser esta: estuve en Aranjuez en 2 ocasiones antes de cumplir los 18. La primera, con 5 años, y la segunda, con 8. No solo sirve para las fechas, sino también para los nombres.
- Regla de los números. Esta técnica es ideal para memorizar números muy largos, como por ejemplo, las primeras ocho cifras del número pi (3,1415926). ¿Y cómo la ponemos en práctica? Pues cogiendo una palabra que contenga la misma cantidad de letras que el número a memorizar y creando una frase. Por ejemplo: Ana (3) e (1) Inma (4) y (1) Jaime (5) estuvieron (9) en (2) Borneo (6).
- Método Loci. Este último método se considera la regla mnemotécnica por excelencia, pues es la más antigua y de la que nacieron las otras anteriores. Con el Método Loci asociamos esas palabras que queremos recordar con imágenes de algún lugar familiar para nosotros y que nos ayude a recordar más fácilmente la posición de cada objeto. Por ejemplo, debes recordar estos elementos de la tabla periódica (Hidrógeno, Litio, Sodio, Potasio, Rubidio, Cesio y Francio) y lo primero que haces al entrar en el salón de tu casa es abrir la puerta y encender el interruptor para poner los libros en la mesa y sacar la silla. Luego dejas el teléfono en el estante junto al sofá de los cojines. Es muy importante recordar la rutina y asociar a cada palabra uno de esos elementos siguiendo el orden. Es decir: Puerta-Hidrógeno, Interruptor-Litio, Mesa-Sodio, Silla-Potasio, Estante-Rubidio, Sofá-Cesio, Cojines-Francio.
Como has podido observar, existen multitud de reglas mnemotécnicas diferentes, y deberás descubrir cuál es la que mejor se adapta a ti y a tus capacidades. Con el tiempo tú mismo te sorprenderás al darte cuenta de lo rápido que conseguirás memorizar los conceptos.