Técnicas de estudio para aprobar tus oposiciones

técnicas de estudio

Conocer todas las técnicas de estudio y saber cuál es la que mejor te funciona es indispensable para poder estudiar tus oposiciones.

Quienes han tomado la decisión de comenzar a prepararse unas oposiciones, de normal ya tienen experiencia en cuanto a los estudios, aunque muchas veces la mayoría no sabe cómo estudiar de una forma eficaz. Debes tener en cuenta que estudiar no siempre significa aprobar, pues puedes hacerlo pero no correctamente.

Si alguna vez has tenido la sensación de no recordar algunas cosas de las que has estudiado, seguramente sea porque no has estudiado de forma correcta. Esto suele ocurrir cuando te dispones a repasar y muchos de los conceptos y temas no se te han quedado bien grabados en la memoria.

Mucha gente tiene un equivocado concepto de estudiar, pues piensan que hacerlo es memorizar sin más, cuando lo que ocurre al hacer esto es producirse un aumento en las posibilidades de que olvides el contenido de forma rápida, algo poco recomendable si estás preparando una oposición. Por eso, es necesario saber estudiar de la forma más eficaz posible, y para ello existen diferentes técnicas de estudio.

Evidentemente, no se obtienen resultados inmediatamente al aplicar estas técnicas de estudio, por lo que debes tener paciencia, voluntad y esfuerzo, y ser constante, además de disciplinado.

Lo primero que debes hacer es organizar el trabajo y tener claro cuál es tu objetivo. También tenerlo siempre a la vista para que así te ayude durante los momentos de debilidad a recordar el por qué y para qué de tu decisión.

Luego llega el momento de planificarse, comenzando por analizar el temario de la convocatoria y calcular el tiempo que necesitarás para preparar cada uno de los temas, así como las horas que dedicarás al día a estudiar y los descansos. Piensa siempre en ser constante y que la pereza no pueda contigo, por lo que cumplir el programa de estudio marcado es indispensable para aprenderte los temas por completo.

La distribución del tiempo te ayudará a no pasarte horas y horas delante del temario y sí a aprovechar al máximo tu tiempo de estudio. Nosotros te aconsejamos repartir las horas de las que dispongas entre los temas que tengas que estudiar, siempre teniendo en cuenta el nivel de dificultad de cada uno. 

La primera de las técnicas de estudio es la de la lectura, el subrayado y el esquema.

En la primera lectura es importante que te hagas una idea global de todo, que te ayudará a relacionar los contenidos nuevos con los que ya conocías. Para que esa primera lectura te sea eficaz, puedes aplicar estas reglas:

  • Intenta hacerte una idea general del tema.
  • Entiende todo lo que estás leyendo, y si hay alguna palabra cuyo significado no conoces, consúltala en el diccionario. Si es necesario, realiza alguna que otra anotación.
  • Que la lectura del texto sea a una velocidad moderada y sin mover la cabeza mientras la haces, fijando la vista en la parte superior de las palabras.

Cuando hayas acabado de leer, comienza el momento de subrayar esas palabras y frases que consideres más importantes para eliminar aquello que no sea realmente importante. Subraya las palabras o frases que recogen correctamente las ideas principales. Si lo haces con un color o varios, es decisión tuya. Solo tú sabes cómo vas a poder memorizar mejor. 

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Una vez hayas subrayado, es el momento de realizar el esquema. En él es importante que resaltes las ideas más fundamentales y que las ordenes. Incluye solo palabras clave que te hagan ser capaz de diferenciar las ideas y que quepa todo en un solo folio, ya que te será muy útil cuando decidas repasar el tema.

Lo siguiente que deberás hacer es preparar tu resumen con las palabras que has subrayado con anterioridad, redactando las ideas con tus propias palabras de forma lógica y respetando el mensaje original. Nunca puede superar una cuarta parte de lo que ocupa el tema en total. Estos son algunos de los consejos que te damos:

  • No abuses de los puntos y aparte y de las frases muy largas y complicadas.
  • Sé claro y conciso, dando a cada idea la importancia que tiene.
  • No es necesario que mantengas el mismo orden que el texto original, pero sí debe tener coherencia y las ideas deben estar ordenadas y conectadas.
  • Añade las anotaciones necesarias y que consideres importantes.
  • Si hay algún apartado que te resulte complicado de resumir, no lo hagas.

El único aspecto negativo que tiene el resumen es el tiempo que hay que invertir en su realización, pero al contrario, sus ventajas son muchas más, pues te ayuda a memorizar el tema y a organizar los datos que aparecen de forma lógica. El resumen más eficaz es el que tú mismo has creado, no los de los demás. No intentes estudiar con resúmenes de otras personas, ya que los resultados no serán los mismos.

Tras haber terminado lo más duro, ahora llega el momento de memorizar el contenido. Y para poder hacerlo es necesario que hayas comprendido todo correctamente. En caso contrario, existe un alto riesgo de que lo olvides pronto. Por eso, vuelve a leer los temas que no hayas terminado de entender hasta que lo comprendas por completo.

Para memorizar puedes utilizar alguna de las tantas reglas mnemotécnicas, aunque el que más se utiliza es el de la grabación, que consiste en leer con atención en voz alta el texto, mientras sea breve, y repetirlo una y otra vez hasta que se quede grabado en tu cabeza. En cambio, si el texto es mucho más largo, léelo e intenta explicarlo con tus propias palabras.


Finalmente, lo único que te queda es repasar para que así no olvides nada de lo que ha estado estudiando. El cerebro tiende a ir olvidándolo con el tiempo y si no se repasa cada pocos días puede resultar fatal cuando llega el día del examen. Ayúdate de los esquemas que has realizado y los resúmenes.

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