La pregunta más formulada por los opositores es: ¿cuántas horas debo estudiar para las oposiciones? Y nosotros tenemos las respuestas.
Prepararte de la forma correcta y estudiar para las oposiciones depende de diferentes factores, como por ejemplo, la personalidad del opositor, el entorno que le rodee y el tiempo del que disponga, entre muchos otros. Evidentemente, no es lo mismo poder dedicarle todo tu tiempo a la oposición que estudiar mientras trabajas, y aunque haciendo esto puedas sentir que quizá es más duro por el esfuerzo que supone, el trabajo y el cansancio de cada día, no es imposible conseguir superar el examen.
Lo primero que debes meterte en la cabeza es que no hay ninguna fórmula mágica con la que poder aprobar las oposiciones, y que lo único válido que existe es estudiar unas horas determinadas al día y aplicar las técnicas de estudio que mejor se adapten a ti, aunque tampoco garantizan el aprobado. Como ya sabrás, cada uno de los estudiantes cuenta con unas habilidades y una capacidad de retención de contenido distinta, por lo que lo más seguro es que la técnica que mejor te funciona a ti, es la que peor le funcionará a otro opositor, y viceversa.
Por eso mismo, es muy importante no compararse con los demás opositores, pues en ese caso te frustrarás al no conseguir los mismos resultados. De igual forma, evita que los comentarios negativos influyan en tu motivación. Además, también es normal que las preocupaciones familiares, de salud o económicas nos afecten y puedan acabar repercutiendo en la concentración y afectando al rendimiento a la hora de estudiar. Trabajar la gestión de nuestras emociones puede ser de gran ayuda durante los momentos de estudio.
Cuando hayas encontrado la mejor técnica de estudio para ti, llega el momento de realizar un plan de estudio que se adapte a tus circunstancias. Piensa que si trabajas o tienes hijos es posible que no puedas dedicar las mismas horas que una persona que tiene todo el día disponible para hacerlo. Antes de ponerte a estudiar, debes tener en cuenta estos factores:
- Tiempo del que dispones. Debes analizar objetivamente de cuánto tiempo dispones para estudiar al día e intentar marcar un ritmo acorde a tus posibilidades en el caso de que tengas que compaginar el estudio con el trabajo u otras responsabilidades. De no hacerlo, esta situación solo te generará ansiedad y frustración por no conseguir cumplir con tus objetivos, poco realistas y nada acordes con las que son tus posibilidades.
- Tu hábito de estudio. Es completamente diferente comenzar a estudiar para unas oposiciones cuando acabas de terminar tu carrera universitaria que cuando llevas años sin hacerlo. En este caso, adapta tu plan de estudio a tus circunstancias y haz los cambios necesarios conforme vayas adquiriendo de nuevo el hábito de estudio.
Si tienes en cuenta estos dos factores, te será mucho más fácil planificar tu rutina. El primer paso que debes dar es decidir cuántas horas vas a estudiar al día, algo que te resultará bastante efectivo.
Por otro lado, hay más cosas que puedes hacer a la hora de estudiar para las oposiciones:
- Preparar un horario realista. Debes saber repartir durante el día las horas que vas a dedicar al estudio, pues no se recomienda hacerlas todas del tirón y sin ningún descanso. No sería ni realista ni sano, pues se debe intercalar el estudio con los descansos para que seas productivo. Una buena opción para ello es el método Pomodoro, del que ya hemos hablado anteriormente, que permitirá a tu mente respirar cada cierto tiempo para asimilar lo que estás aprendiendo. Es muy importante desconectar tanto física como mentalmente del estudio, pues en el caso contrario te fatigarás y la calidad del estudio empeorará.
- Ser constante. Cuando ya tienes claras las horas que vas a dedicar a estudiar para las oposiciones, así como los descansos que vas a hacer, debes ser constante. Mantener ese horario durante un período largo de tiempo te ayudará a crear un hábito de estudio al que podrás adaptarte y con el que te sentirás cada vez más cómodo. Además, también es crucial mantener la misma forma de estudiar diariamente y descansar un día a la semana para relajarte y desconectar haciendo planes con tus amigos y familiares.