Qué es la dislexia y cuáles son sus causas

la dislexia

Es muy probable que durante tu etapa como docente encuentres a algún alumno con este trastorno, así que vamos a explicarte qué es la dislexia.

Son muchas las personas que padecen este trastorno, y diagnosticarlo durante la infancia es fundamental para el futuro desarrollo educativo del niño o niña. 

Para aquellos que no lo sepan, la dislexia es un trastorno en el aprendizaje en el que se presentan dificultades para leer que se derivan de los problemas para identificar los sonidos que se emiten durante el habla y para poder comprender cómo se relacionan esos sonidos con las letras y palabras. Además, la dislexia también recibe el nombre de “dificultad de lectura”, porque afecta a las zonas del cerebro que se encargan de procesar el lenguaje.

Todas las personas que sufren dislexia tienen una inteligencia normal, y la mayor parte de los niños que la padecen pueden tener éxito en el colegio con la ayuda de un programa de enseñanza especializado, además de apoyo emocional. A pesar de que este trastorno no tenga cura, si se evalúa e interviene a una edad temprana los resultados serán óptimos. En muchas ocasiones la dislexia tarda años en ser diagnosticada, y aunque quien la sufra ya sea una persona adulta siempre se puede encontrar ayuda.

En cuanto a los síntomas de la dislexia, en numerosas ocasiones pueden ser complicados de reconocer si el niño todavía no ha comenzado a ir a la escuela. En ese caso, hay señales que indican con claridad que existe un problema, aunque de igual manera, si no se detecta en ese período de tiempo seguramente sea el maestro del pequeño quien lo haga durante su etapa escolar. Normalmente suele ser más evidente cuando el niño o la niña comienza a leer.

la dislexia

Los signos a tener en cuenta para detectar la dislexia en los niños antes de comenzar su etapa escolar son los siguientes:

  • Tardanza al comenzar a hablar
  • Aprende palabras nuevas a un ritmo más lento de lo habitual
  • Tiene problemas para formar palabras correctamente, como invertir los sonidos de las palabras o confundir aquellas que suenan de una forma similar
  • También presenta problemas para poder recordar y decir el nombre de las letras, los colores y los números
  • Tiene dificultades para aprender las canciones infantiles o jugar a los juegos de rimas

Por otro lado, los signos que pueden ayudar a detectar la dislexia en edad escolar son más evidentes:

  • Presenta un nivel de lectura más bajo del habitual para esa edad
  • Tiene problemas para poder procesar y comprender aquello que escucha
  • Dificultad a la hora de encontrar la palabra exacta o formular respuestas a preguntas
  • Problemas para recordar la secuencia de las cosas
  • Problemas a la hora de intentar ver y escuchar las similitudes y diferencias que existen entre letras y palabras
  • No es capaz de pronunciar una palabra desconocida
  • Presenta dificultad a la hora de deletrear palabras
  • Tarda mucho más tiempo del normal al completar aquellas tareas que incluyen leer o escribir
  • Evita esas actividades que conllevan leer

Los signos de la dislexia en personas adultas suelen ser bastante parecidos a los de los niños:

  • Dificultad a la hora de leer en voz alta
  • La lectura y la escritura es lenta y les resulta difícil
  • Tienen problemas para deletrear 
  • Evitan las actividades que tengan que ver con leer
  • Tienen una mala pronunciación en nombres o palabras, además de problemas para recordarlas
  • Presentan dificultades cuando se trata de comprender bromas o expresiones que no son fáciles de entender a partir de palabras específicas como puede ser “pan comido”
  • Tardan mucho más tiempo del normal en realizar las tareas que incluyen la lectura o la escritura
  • Problemas para resumir una historia
  • Problemas para aprender algún idioma extranjero
  • Dificultad para memorizar
  • Dificultad para resolver problemas matemáticos

A los niños que padecen este trastorno les resulta realmente complicado comprender los conceptos básicos que necesitan para aprender a leer durante su etapa escolar. Por eso, es muy importante que los padres tomen la decisión de acudir al médico en cuanto noten alguno de los síntomas descritos anteriormente. En el caso de que la dislexia no se diagnostique o no se trate, esas dificultades a la hora de leer que aparecieron en la infancia, continuará durante la edad adulta.

Pero, ¿qué causa la dislexia? Según los expertos, suele ser hereditaria y parece tener relación con algunos genes que afectan a la forma en la que el cerebro procesa el lenguaje y la lectura. Además existen algunos factores de riesgo que se encuentran presentes en el entorno como:

  • Antecedentes familiares de dislexia u otras dificultades en el aprendizaje
  • Nacimiento prematuro o haber presentado un peso bajo al nacer
  • Exposición a la nicotina, drogas, bebidas alcohólicas o una infección durante el embarazo que pudo haber alterado el desarrollo cerebral
  • Diferencias individuales en las partes del cerebro en las que se permite la lectura

Asimismo, la dislexia también puede generar una serie de complicaciones como las siguientes:

  • Problemas para aprender. Teniendo en cuenta que la lectura es una de las habilidades básicas para todas las asignaturas, un niño que sufre de dislexia tiene gran desventaja en la mayoría de las clases y frente al resto de sus compañeros. Posiblemente le cueste mucho seguirles el ritmo.
  • Problemas sociales. En los casos en los que no se trate la dislexia, esta podría llegar a causar una baja autoestima, problemas de conducta, ansiedad, agresión y retraimiento hacia los amigos, los padres e incluso los maestros.
  • Problemas en la adultez. El futuro potencial del niño que sufre este trastorno puede verse truncado al crecer si no puede leer ni comprender lo que lee. Esto puede desencadenar en consecuencias educativas, sociales y económicas a largo plazo.

Para finalizar, los niños con dislexia tienen más posibilidades de sufrir trastorno de déficit de atención con hiperactividad, o TDAH, y al revés. Este otro trastorno puede llegar a causar complicaciones a la hora de mantener la atención, así como hiperactividad y una conducta compulsiva, que a su vez complicaría la tarea de tratar la dislexia.

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